También conocido como GDD, es una metodología de translación de principios ágiles orientados al desarrollo web y combinado con disciplinas relacionadas al Design Thinking, que busca colocar a los usuarios siempre en el centro.
Cuando iniciamos un nuevo proyecto, realmente conocemos muy poco de los mismos. Eso por eso que el GDD defiende que la única certeza de hacer las cosas bien es tomando mediciones. Presuponer está de más, pues lo verdaderamente necesario es analizar lo que el usuario final quiere. Y pretender tenerlo todo super clarificado desde el principio es un error.
Si aplicamos Growth-Driven Design en nuestra estrategia, no debemos de perder de vista su objetivo principal: asegurarnos de que el entorno digital se adecúa a la resolución de las problemáticas que tiene o puede tener nuestro usuario final.